En las últimas décadas, se han intensificado los procesos de sobreexplotación de los recursos naturales, como consecuencia del proceso de industrialización, aumento de los patrones de consumo y producción, acelerado proceso de urbanización, incorporación de tecnologías no amigables con el ambiente, aumento de la contaminación, aumento de la demanda por espacios derivados del crecimiento demográfico. El marco de referencia conceptual para abordar los problemas ambientales, está dado por las ciencias ambientales, como una disciplina ya consolidada a nivel internacional.
Debido a la complejidad del ambiente, el estudio, comprensión y manejo, debe realizarse en forma integrada e interdisciplinaria, de tal manera de relacionar la mayor parte de los factores que componen el ambiente. Un enfoque operacional corresponde a la gestión ambiental, entendido como un proceso continuo de acciones en el plano técnico, administrativo y político, destinadas a optimizar y equilibrar la protección ambiental, el uso público y el desarrollo económico, de tal manera que el capital ambiental permita alcanzar una calidad de vida lo más elevado posible, todo ello dentro de las complejas relaciones económicas y sociales que condicionan dicho objetivo. Dentro de las herramientas e instrumentos de la gestión ambiental, se encuentran las soluciones tecnológicas, el sistema de evaluación de impacto ambiental, la educación ambiental, los instrumentos económicos, el sistema de áreas silvestres protegidas, la negociación, los instrumentos de planificación, los sistemas de información geográfico, etc. Así las ciencias ambientales son la disciplina referencial de la gestión ambiental. De este modo las ciencias ambientales es la búsqueda de conocimiento, conceptualizaciones y explicaciones en el ámbito del ambiente natural y social, así como la proposición de soluciones que contribuyan al bienestar sobre una base ecológicamente sustentable.